Un buen arreglo vocal, sin dudas, elevará el nivel de una producción. Más allá de la instrumentación utilizada, las voces organizadas logran un impacto emocional muy profundo en el oyente

 

 

Arreglos vocales

Si tenemos la bendición de contar con un/a intérprete que hace honor a su tarea, es muy probable que la persona tenga facilidad para la creación de armonías, pero lamentablemente los/as buenos/as intérpretes no abundan. Por esa razón, es bueno intentar trabajar en la creación de arreglos de voces. Además, estos arreglos nos permitirán animarnos a escribir líneas para otros instrumentos, como por ejemplo, las cuerdas o bronces.

 

La escritura de arreglos vocales en una tarea que demanda mucho tiempo para aprender a desarrollarla en todo su potencial, pero podemos empezar con algo sencillo que seguramente conseguirá buenos resultados.

 

Esta forma de escribir tiene por objetivo crear partes vocales de apoyo a la línea líder o principal. Básicamente la idea es tomar notas de los acordes de la armonía para crear bases o pads vocales. Por lo general, este tipo de arreglos se utiliza cantando alguna de las cinco vocales y también combinaciones, por ejemplo “aah”, “eeh”. Un buen ejemplo lo tenemos al escuchar “The show must go on” del álbum “The Wall” de Pink Floyd.
La clave para este tipo de arreglo es utilizar notas comunes al realizar cambios de acordes y crear una buena base con la voz más grave.
Estos arreglos no tienen mucha movilidad pero no olvidemos su objetivo: crear una base de apoyo para la voz líder.

 

La tarea de identificar las notas a utilizar es sencilla. Si el pasaje en donde deseamos crear una base vocal tiene una armonía que transita de Sol a Do (como en la canción de Pink Floyd), las notas a repartir entre nuestros cantantes serán: Sol, Si y Re (Sol) y Do, Mi, Sol (Do).
Como vemos, tenemos una nota en común (Sol) que servirá de base para que el cambio de acorde resulte agradable. Las dos notas restantes podemos distribuirlas así: Si – Do (para un/a cantante) y Re – Mi (para otro/a cantante). Pero también podríamos intercambiar y cantar Re – Do (un/a cantante) y Si – Mi (otro/a cantante).
La decisión está muy relacionada con el timbre de cada voz. Por ejemplo, un determinado intervalo podría sonar muy duro al ser interpretado por dos cantantes no relacionados familiarmente, pero si se toma el mismo intervalo y es interpretado por dos hermanos, el sonido cambia gracias a la compatibilidad de los timbres.
Otro ejemplo se puede encontrar en los arreglos de bronces. Esa clase de instrumento es muy noble ya que resiste intervalos muy cerrados, segundas, por ejemplo. En otro tipo de instrumentos ese intervalo se escucharía bastante duro.

 

Obviamente, las pruebas y ensayos son el mejor recurso para apreciar el potencial de este recurso. Siempre estará presente el buen gusto para saber dónde utilizarlo. Hay que evitar la sobrecarga de apoyos, y utilizarlos en lugares puntuales en donde el arreglo se destaca. Los muchachos de Pink Floyd fueron expertos en esa área: hacer mucho con arreglos sencillos.

 

Imagen: www.everystockphoto.com

 

Si te ha interesado este artículo, déjanos tu comentario o recomiéndanos a tus amigos.